Tras mantener una reunión con el consejero de Fomento y
Medio Ambiente, Antonio Silván y José Valín, presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero,
se invertirán 40 millones de euros
en siete sistemas de depuración de aguas residuales, y con una previsión para el año 2012 de otras 40 depuradoras má. Proyectos enmarcados
dentro del II Plan Nacional de Calidad de Aguas 2007-2015.
Debido a la situación económica
en la que se encuentra nuestro pais, ha provocado que la CHD priorice las inversiones
depuración de aguas y en calidad. No solo se invertirá en depuradoras, también la Junta y la CHD, destinarán cinco
millones de euros para la conservación y mantenimiento de las márgenes y riberas de los ríos.
Simplificación administrativa.
El diseño de una herramienta conjunta entre Junta y CHD para
simplificar los trámites administrativos en aquellas obras que tramiten
sendos departamentos. El cometido de esta herramienta administrativa, es facilitar a los usuarios este tramite para conseguir que no tengan que acudir
a dos instancias para una misma autorización.
Para prestar un mejor servicio, Valín anunció que
los trámites se coordinarán entre ambas entidades en diferentes cuestiones, haciendo una principal mención a
plantaciones de choperas o las zonas de policías de ríos.
Logotipo TODESA Desatascos y Desatrancos
jueves, 28 de junio de 2012
lunes, 11 de junio de 2012
Nuevo sistema para reciclar los residuos de la fabricación del vino
El innovador sistema desarrollado por el centro tecnológico Inasmet de San Sebastián, permite tratar los residuos orgánicos que generan las pequeñas bodegas en el proceso de elaboración del vino y así permitir ha estas bodegas el vertido de dichos residuo a los ríos sin poner en riesgo la estabilidad del ecosistema fluvial evitando la asfixia biológica, ya que estos vertidos reducen el oxígeno del agua en nuestros acuíferos.
Estos residuos, están compuestos por los sedimentos generados en la producción de los vinos y por los residuos de líquidos químicos empleados en la limpieza de los recipientes, toneles, cubetas y depósitos de trasvase.
Las grandes bodegas, debido a una producción mucho más elevada al año que las pequeñas bodegas, se pueden permitir los costes de instalación de sistemas de tratamiento de estos residuos, lo que les permite mantener tecnologías a base de bacterias y microorganismos que devoran e estos líquidos residuales convirtiendo estos vertidos en sustancias inocuas.
El sistema desarrollado por el Centro de Tecnológico Inasmet en colaboración con otros centros de investigación de Francia y Gran Bretaña, que sin recibir una depuración total, permite tratar cantidades relativamente grandes de efluentes reduciendo estos residuos a niveles de carga orgánica permitidos por la legislación y poder realizar los vertidos a los cauces sin riesgo de contaminación.
Basandose en un proceso que consiste en la oxidación de los vertidos mediante sales de hierro y el paso de electricidad a través de un reactor denominado electrólisis catalítica. Con este sistema, se consigue coagular la materia orgánica de manera relativamente económica, permitiendo tratar residuos a una velocidad de 300 litros por hora, suprimiendo en su totalidad los efectos negativos del color y olor a vino que caracterizan a estos residuos.
Estos residuos, están compuestos por los sedimentos generados en la producción de los vinos y por los residuos de líquidos químicos empleados en la limpieza de los recipientes, toneles, cubetas y depósitos de trasvase.
Las grandes bodegas, debido a una producción mucho más elevada al año que las pequeñas bodegas, se pueden permitir los costes de instalación de sistemas de tratamiento de estos residuos, lo que les permite mantener tecnologías a base de bacterias y microorganismos que devoran e estos líquidos residuales convirtiendo estos vertidos en sustancias inocuas.
El sistema desarrollado por el Centro de Tecnológico Inasmet en colaboración con otros centros de investigación de Francia y Gran Bretaña, que sin recibir una depuración total, permite tratar cantidades relativamente grandes de efluentes reduciendo estos residuos a niveles de carga orgánica permitidos por la legislación y poder realizar los vertidos a los cauces sin riesgo de contaminación.
Basandose en un proceso que consiste en la oxidación de los vertidos mediante sales de hierro y el paso de electricidad a través de un reactor denominado electrólisis catalítica. Con este sistema, se consigue coagular la materia orgánica de manera relativamente económica, permitiendo tratar residuos a una velocidad de 300 litros por hora, suprimiendo en su totalidad los efectos negativos del color y olor a vino que caracterizan a estos residuos.
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