El innovador sistema desarrollado por el centro tecnológico
Inasmet de San Sebastián, permite tratar los residuos orgánicos que generan las pequeñas bodegas en el proceso de elaboración del vino y así permitir ha estas bodegas el vertido de dichos residuo a los ríos sin poner en riesgo la estabilidad del ecosistema fluvial evitando la
asfixia biológica, ya que estos vertidos reducen el oxígeno del agua en nuestros acuíferos.
Estos residuos, están compuestos por los sedimentos generados en la producción de los vinos y por los residuos de líquidos químicos empleados en la limpieza de los recipientes, toneles, cubetas y depósitos de trasvase.
Las grandes bodegas, debido a una producción mucho más elevada al año que las pequeñas bodegas, se pueden permitir los costes de instalación de sistemas de tratamiento de estos residuos, lo que les permite mantener tecnologías a base de bacterias y microorganismos que devoran e estos líquidos residuales convirtiendo estos vertidos en sustancias inocuas.
El sistema desarrollado por el
Centro de Tecnológico Inasmet en colaboración con otros centros de investigación de Francia y Gran Bretaña
, que sin recibir una depuración total, permite tratar cantidades relativamente grandes de efluentes reduciendo estos residuos a niveles de carga orgánica permitidos por la legislación y poder realizar los vertidos a los cauces sin riesgo de contaminación.
Basandose en un proceso que consiste en la oxidación de los vertidos mediante sales de hierro y el paso de electricidad a través de un reactor denominado
electrólisis catalítica. Con este sistema, se consigue coagular la materia orgánica de manera relativamente económica, permitiendo tratar residuos a una velocidad de 300 litros por hora, suprimiendo en su totalidad los efectos negativos del color y olor a vino que caracterizan a estos residuos.